Modelo tridimensional de la cinta de Moebius, extraviado

Boston University, Massachusetts, 1889.

Nuestro colegiado, les presenta las notas apresuradas de nuestra investigación, dado que estimamos ser revolucionaria, y se encuentran justificadas por la delicadeza del tema que es tratado, y que solicitamos tengan a bien considerar en su reconocida publicación:

Como es de todos sabido por ustedes, mentes de gran sapiencia, la Topología es el estudio de las propiedades de los cuerpos geométricos que permanecen inalteradas por transformaciones continuas. Ahora bien, uno de los cuerpos geométricos más conocidos por las paradojas que presenta, es nuestra conocida cinta de Moebius. La cual rompe con nuestras certezas de que un mundo tridimensional (Ancho, largo, y profundidad), en dónde las figuras necesariamente requieren para existir, de contar con un volumen para refutar que estas tienen un frente y un atrás.





Siguiendo la estructura de la referida cinta, se ha logrado generar una estructura cerrada de tres dimensiones, dando como resultado un túnel doble, dada su intercomunicación. En este modelo, se ha colocado una esfera metálica que gracias a sus características, puede ser colocada en caída libre dentro de la estructura construida, y que a su vez, posee tanto la superficie como la inclinación, apropiadas para conseguir el efecto de caída sin contención.

La esfera colocada en el modelo tridimensional de la cinta de Moebius que plateamos, adquiere su fuerza motriz por el efecto de su misma caída libre. (Pensamos que nos encontramos ente la expectativa de generar una maquina simple de movimiento eterno, pero aún tendremos que verificar dicha posibilidad, dados los acontecimientos que más adelante se describen.)

En un ambiente controlado científicamente, y con los más eficientes sistemas de mediación. Hemos puesto en operación nuestro revolucionario diseño para verificar su comportamiento en un escenario tridimensional. El comportamiento que se previó a través de ecuaciones de alto nivel, resultó ser correcto. Comenzó con un desplazamiento regular derivado de la caída libre de la esfera, pero tal factor, creció exponencialmente con cada trecho recorrido, hasta el momento que se empezó a difuminarse la esfera al hacerse cada vez más borrosa, al punto que aparentemente habría desaparecido. Sólo el hecho de la vibración generada por su transito en el modelo tridimensional, nos convenció de que dicha esfera, se encontraba aún presente pese a no observarse. Cabe hacer mención que la vibración que presentaba el modelo tridimensional, nos hizo temer por la integridad del modelo planteado.

Lo que resulta inexplicable por no encontrarse previsto, es que nuestro modelo tridimensional de la cinta de Moebius, es que simplemente DESAPARECIÓ. Si, DESAPARECIÓ como un agente de impuestos de nuestro gobierno, antes de poder justificar debidamente que los gastos realizados encontraban legal justificación. DESAPARECIÓ como lo hacen los efectos de una borrachera, que previamente nos ha impelido a prometer no volver a ingerir líquidos baqueicos. Simplemente DESAPARECIÓ sin explicación alguna, como en los ejemplos anteriormente referidos.

Las impresiones fotográficas que avalan la autenticidad del experimento realizado -no olvidemos que los adelantos en materia fotográfica, hacen de este medio, uno infalsificable-, y que ameritaron las presentes notas a vuela pluma, serán subidas posteriormente pues son siendo seleccionadas. Esto, para que en el caso de que algún integrante de nuestra comunidad científica, que tenga noticias del paradero del artilugio, se sirva regresarlo por constituirnos en sus legales poseedores.

Los datos para su remisión, se encuentran en el sobre lacrado que acompaña nuestra misiva, y que solicitamos, sean manejados con discreción, para evitar su uso por charlatanes.

No dude mi estimado caballero, que actuaremos en el sentido sugerido por Usted. Nos complacen sus cometarios con respecto a nuestro modelo topográfico, máxime que provienen de una mente científica tan clara como la suya.

En efecto la exploración dimensional en una asignatura en donde debemos avocarnos decididamente, en este siglo XIX en donde los adelantos científicos marcan directrices insospechadas. Nuestro malogrado el científico (que no árabe loco) Abdul Alhazred, efectivamente marcó nuevos horizontes en las investigaciones dimensionales con su monumental libro Kitah Al-Azif (o Necronomicon en griego). Y aquí es en donde nuestro grupo comienza a encontrar puntos de identificación con la señalada obra, pues uno de los integrantes de nuestro equipo, afirma que con conjunto a la vibración presentada en nuestro modelo, percibió la existencia de un zumbido leve, que describió como el producido por un grillo… Algo parecido a un Al-Azif, Al-Azif, Al-Azif…Lo que ameritó designar a uno de nuestros integrantes para procurar una copia del Kitah Al-Azif, que tenemos conocimiento, se encuentra en la sección de “incunables” de la biblioteca de la Miskatonic University.

Esperando establecer una relación científica fructífera, quedamos a sus órdenes, ¡Oh!, mente preclara, luz de luces de este siglo.

Boston University, Massachusetts, 1889.

En un comunicado anterior –de cual damos disculpas por el atraso-, les referimos de la desaparición de un modelo tridimensional de la cinta de Moebius, que nuestro colegiado construyó en nuestros laboratorios, y el cual, desapreció de manera extraordinaria en un ambiente experimental controlado. De igual manera, nos comprometimos a hacerles llegar los pertinetes darregotipos de nuestra creación, para le efecto de que si alguien lo encontrara, tuviera a bien restituirlo a nuestros laboratorios.

Y cosa que en este momento hacemos.

Reiteramos que los datos para la remisión del artilugio sí es ubicado, se encuentran en sobre lacrado a resguardo de este foro.

(Siguen firmas)